China lleva años estando de moda, llenando páginas en los los medios de comunicación y su interés informativo ha aumentado en las últimas semanas por la preocupación generalizada con respecto a su situación económica.
Con un sector inmobiliario que parece que sea una burbuja a punto de estallar, con un imparable envejecimiento de su población, China es hoy también un cuello de botella en el transporte de mercancías tanto de entrada como de salida del país, habiéndose disparado los costes logísticos y fletes que se han multiplicado por más de cinco en poco tiempo.
Estas fueron las primeras reflexiones realizadas por Rubén García-Quismondo, socio director de Quabbala Abogados y Economistas en su intervención realizada la VIII edición de IMEX en Andalucía–IMEX-Almería– y el Foro Latinoamérica; dos eventos que se desarrollaron de manera simultánea en el Palacio de Congresos de Aguadulce (Roquetas de Mar, Almería).
Pero China, dijo García Quismondo, es una economía muy potente independientemente de las posibles crisis que pueda atravesar, y todos los posibles retos que afronta los irá solventando y solucionando, a lo que añadió que el contexto macro es muy importante para hacer una estrategia de internacionalización sobre un país determinado, pero para una pyme española que tenga interés en comerciar o establecerse en China, su día a día es otro que el de la estructura macro del país.
García-Quismondo presentó Quabbala, que con más de 30 años de experiencia ayudando a hacer negocios en China, hace 20 que cuenta con oficinas propias en el país, centrando su actividad en las áreas mercantil, civil, contable, de auditoría, financiera y de planificación fiscal internacional.
Consejos para negociar en China
China es un país lejano, maduro, competitivo, en donde cualquier empresa que quiera acometer su internacionalización va a encontrar allí competidores tanto locales como internacionales, lo que hace también que cualquier plan de negocio, plan estratégico de internacionalización se obtenga desde la visión del largo plazo.
China no puede entenderse como un país convencional, más bien como un subcontinente y una civilización que existió en cualquier hito histórico de relevancia mundial. Por su tamaño, población, culturas, razas, climas, China podrá definirse más como un subcontinente.
Esta visón de subcontinente tiene relevancia también a la hora de hacer negocios, con un recorrido de no menos de 5-7 años, a medio y largo plazo, no corto plazo.
Por todo ello, lo ideal es focalizar la acción inicial en una zona o región determinada, valorando extenderse después por cualquiera de las modalidades conocidas como agentes, modelo franquicia, inversión, etc.
Dese siempre China también ha realizado una influencia cultural en otras países del entorno, y China puede considerarse como una civilización que ve el mundo de una manera particular. De hecho, la palabra China significa el país del centro, y China es hoy, a su vez, la fábrica del mundo con un enorme desarrollo en los últimos 40 años.
En cualquier caso las fórmulas para la obtención del éxito de los negocios en China son: dedicación, adaptación, observancia y viajes , proteger la propiedad intelectual, entre otras.
Elegir una región en función del sector
En función del tipo de empresa, industria, que quiera instalarse en China, hay que valorar a qué lugar de China dirigirse. Existen zonas urbanas que sumadas superan los 60 millones de habitantes, en un radio de 70-80 km.
China es un país abierto salvo para aquellos sectores de actividad empresarial que puedan atentar contra su seguridad nacional, siendo la mayoría de los sectores viables para hacer negocios en el país.
Hay sectores prioritarios entre los que se encuentran: equipamiento eléctrico, maquinaria agrícola, nuevos materiales, ahorro energético y vehículos de nuevas energías, robótica, tecnologías de la información, equipamiento aeroespacial, equipamiento ferroviario, ingeniería de equipamiento marino, equipamiento médico.
Rubén García-Quismondo repasó en su intervención las regiones ideales para los sectores específicos de las empresas, ya que hay determinados lugares en China donde existen interesantes incentivos fiscales disponibles, y terminó su ponencia diciendo que, aunque no sea fácil, China y Hong Kong son excelentes para invertir y para exportar.
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